"El despertar espiritual no es ya una opción sino una necesidad si queremos que la humanidad y el planeta sobrevivan".
Eckhart Tolle
Desde chica creí en algo más, nunca me lo cuestioné, siempre me comuniqué con Dios y le pedía cosas o le reclamaba otras...
Nunca practicamos ninguna religión en casa, de hecho a los 12 años me enteré que no estaba bautizada y pedí hacerlo porque creí que era algo que todos hacían. No tenía idea de la existencia de muchas religiones, nunca se habló del tema, o al menos conmigo.
Fui a colegios laicos hasta que los últimos dos años fui a un colegio católico. Yo creía que esa era la forma de estar con Dios.
Recuerdo volver de la escuela y pasar un rato por una capilla a charlar con él, contarle cosas tristes o ir feliz contando algo bueno... no sé cómo pero siempre mi vínculo con él fue así.
Después del incidente que cuento en mi historia, estuve muy alejada. Es raro, hoy lo pienso y no entiendo por qué si siempre le agradecí que me salvara me alejé tanto de él. Pero estaba muy triste, enojada, sentía ira y soledad. Y creo que también me influyó el contexto. Tenía 20 años, salía mucho a bailar, tomaba alcohol, tenia relaciones casuales, vivía de una forma muy mundana y básica y a pesar de que sentía un vacío, no me lo planteaba, creía que eso era vivir...
Pero siempre el corazón fue sincero y pedía llorando ayuda, y él estaba ahí, escuchando...
Cuando empecé a sentir que el enojo crecía cada vez más primero busqué ayuda más bien profesional, empecé terapia con una psicóloga y me derivo a un psiquiatra con el cual estuve en tratamiento durante un año y en paralelo con la terapia. La verdad no me encantaba tomar medicación pero no veía otra forma. También busqué otras herramientas, hice un retiro de "El arte de vivir" que me acercó también al vegetarianismo y allí conocí sobre la ley de causa y efecto, el Karma, budismo... casi como si lo hubiera sabido de toda la vida, lo sentí tan natural, me cerraron tantas cosas y las respiraciones me limpiaban de una forma increíble. Recuerdo en ese retiro, estar en una meditación y empezar a llorar muchísimo el primer día, y el último día en el mismo momento de la meditación ver la cara de la virgen María, y sentir una paz y alegría inmensa y de repente empezar a reír, reír a carcajadas, no podría parar (Ya van a escuchar mis programas de podcast y entender lo que significa que yo me ría así) des concentré a todos, pero fue hermoso porque ese día me di cuenta que hacía mucho tiempo que no me reía, y eso me estaba faltando...
Aprender las respiraciones me ayudó muchísimo a conocer mi cuerpo, a calmarme, a sacar emociones, estrés, volver al presente. Pero todavía me faltaba algo...
Un 11 de Octubre, del año 2010, lo recuerdo muchísimo, habíamos ido con unos amigos a pasar el fin de semana al tigre (amo acampar). Ese día a la mañana temprano me manda un mensajito de texto (sí, soy vieja, no usabamos whatsapp jaja) mi mamá biológica (Blanca), hacía muy poco la había conocido y me estaba acosando mucho por mensajes y llamadas en cualquier momento del día. Eran las 6 de la mañana y ya me estaba mandando mensaje, se acercaba mi cumpleaños y me quería ver. Le escribo bien, traquila, pero le pido por favor que me de un tiempo, que era mucho lo que tenía que procesar luego de verla y que yo no estaba buscando una relación con ella. Se enoja y me dice algo muy hiriente, que me reservo para mí, pero que me movió toda la estantería.
Ese día me fuí a la orilla del río, estaba amaneciendo,y le grite mucho a Dios, estaba harta, cansada de tanto sufrimiento, quería cambiar mi vida, no aguantaba más, todo por donde lo miraba era dolor, le pedí por favor que pare. Le pedí otra vida, un compañero de vida que me quisiera, vivir en un lugar donde me sintiera bien, le pedí calma, no más secretos, no mas mentiras, no más accidentes y caos, quería calma y ser feliz.(Siempre muy a lo cris morena pues el drama es parte de mí)
El día anterior a irme ese fin de semana había aceptado la primer cita con Eze (Mi marido), le puse fichas a él, quería poder tener una relación que nunca había tenido y algo me decía que podía ser por ahí...
Eze viene de una familia muy católica, y desde que comenzamos a salir me invitaba a ir a misa los domingos. Creo que para cualquier otra persona pudo haber sido chocante, pero para mí era perfecto, era lo que necesitaba. Empecé a ir con él a misa, y a conectar de nuevo con ese Dios que siempre me acompañaba. No sé como explicarlo porque es algo muy interno, seguramente si te pasa algo parecido lo podes entender. Siempre fui muy de dar mi 100 y realmente si iba a misa iba a conectar de verdad, no a pasar el rato, por lo cual tuve muchos trances jaja, había misas que salía llorando, otras que salía feliz, las palabras de ese cura me llegaban muy adentro. Me acuerdo que en ese entonces, iba compartiendo cosas con Eze y él me dió una piedrita para que llevara conmigo y cada vez que la sintiera o tocara agradeciera por algo. Realmente me ayudó un montón a salir del enojo que tenía y a sentir esa energía que tiene el agradecimiento. También hubo una vez donde Eze me insiste con confesarme, la verdad eso siempre lo odie, pero estaba tan mal que lo intenté, y no recuerdo exacta la charla pero creo que me sirvió para poder pedir perdón por el tiempo en que me había dejado ganar por la oscuridad y me dió las fuerzas para querer estar mejor. Pero todavía me faltaba algo...
En ese momento, yo estaba haciendo una ayudantía de una materia de la facultad donde sus docentes era Alicia Fernandéz y Vanina Repún. Era los lunes. Un lunes post domingo de misa, voy a la facu y estábamos vani y yo solas coordinando una actividad de la materia. En un momento los alumnos estaban haciendo un trabajo en grupo y yo de la nada le comento a vani, "Sabes que ayer fui a misa y tuve como una sensación de que no era ahí donde tenía que estar, como si Dios me dijera que tenía que buscar en otro lugar". No tengo la más mínima idea de por qué le dije eso, pero me salió, y ahí ella me invitó unos mates a su casa para charlar con mayor profundidad.
Vani me compartió su práctica espiritual, me contó un poco de qué se trataba y algo adentro mío se iba acomodando... era ahí.
No necesitaba buscar más.
En el 2011 comencé un proceso de cultivo espiritual que sigue al día de hoy. Encontré un camino que me invita a reflexionar mi lugar como ser en este mundo, mi rol en la sociedad, mi misión en la vida. Me lleva a estar mirando constantemente mis actos, pero a no juzgarme, sino a tenerme paciencia, porque es mucha la ignoracia que venimos adquiriendo vida tras vida y es mucho lo que hay por limpiar y pulir. Pero también comencé a amar ese pulido, a querer las adversidades para sanar, para crecer, para evolucionar. Entender que todo lo que yo haga hoy repercute en lo que pase mañana, hacerme cargo, ser responsable, ASUMIR.
Y en ese cultivo constante tener como referente a seres que idolatramos y vemos como súper lejanos, pero no fueron más que simples mortales entendiendo el orígen de la Verdad y obrando alineados a ella.
Esos a los que llamamos Santos, Budas, Seres iluminados...
En ésta sección te voy a ir compartiendo sobre ellos, pero no para idolatrarlos, sino para que podamos poner nuestro mayor esfuerzo en ser como ellos. Eso es lo que vinimos a hacer, para luego, ayudar a otros a que hagan lo mismo y así, encontrar esa Verdadera FELICIDAD y armar entre todos ese mundo de paz y armonía, esa tierra prometida, que no va a llegar por arte de magia, sino por obra de todos!